19.4.10

La Monte Young

Me siguen pareciendo fascinantes los músicos, y artistas en general, que allá por los 70, y amparados a la sombra de un más debilitado Urano, se atrevían a explorar en formas y sonidos con los que  empezaba a quedar claro que el arte no era únicamente un fin en si mismo, sino un medio para alcanzar estados de conciencia singulares. Ellos darían pie al nacimiento de nuevas investigaciones en el campo de la influencia del color y el sonido sobre los centros energéticos. La música reconocida como algo más que un enterteiment para el oyente, sino en dialéctica con él. La música como herramienta modificante de la percepción, como acicate para la imaginación, como agente de una hipnosis capaz de ponerle en otra frecuencia, y desde ella, alcanzar un diálogo no-verbal entre sujeto/objeto, que tras haberla escuchado no quedará como llegó. La música, en fin, como bocatto di cardilale tanto para hombres como ángeles.
En otra ocasión subí a este blog A Rainbow in the curver air, de Terry Riley (con vídeo de 2001, Odisea) autor también de In C, y colaborador de John Cage, el que ponía los pelos de punta con su música silenciosa. En lo personal, me gusta escuchar Rainbow muy seguido. Siento su agudísima vibración en el 7mo.chakra y me resulta sanador y revitalizador. En ésta os dejo algo de La Monte Young, a quien tendreis que tenerle paciencia. Al menos a mí, no me defrauda.

4 comentarios:

Fata Morgana dijo...

A mí también también me hizo saltar la tapa!!! jejejej... con los altavoces a tope es que no podía... tiene una fuerza arrolladora!!
Buena definición, sí: un vehículo de no-mente, muy bueno eso. Gracias por compartirlo, guapa.

ecarlotafb@gmail.com dijo...

Gracias, Roxana, me ha sacudido. Es bueno. Comparto lo que expresa tan bien Teresa.
Un beso

Fata Morgana dijo...

Bienvenida, por fin, Elena
:+ :+ :+ muchos.

Jan dijo...

Hola Fata,

estoy intentando entrar a tu galería virtual pero no me da acceso. Me gustaría conocer lo que expones.

Muy interesante la música de La Monte

Saludos