30.10.09

La experiencia

Ya, ya sé que debería actualizar. Pero es que últimamente ando mucho por el mundo real y no me queda tiempo para el virtual... sin contar conque estoy metida en mi novela, en la pintura, en cursos, bajando y subiendo todo el día (de Madrid a la Sierra, de la Sierra a Madrid), con lo cual se vuelve algo complicado retomar el blog.

Sin embargo, me paso un momentín para dejar una sentencia tan sencilla como útil. Casi como una receta de cocina. Algo que merece ser recordado más a menudo:

Ninguna verdad necesita ser defendida. Basta conque sea experimentada.

Photo/post: David LaChepelle

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo malo suele ser la incorrecta interpretación de lo experimentado. Si es una verdad social lo consideramos un castigo inevitable (digamos obviedades como "siempre habrá ricos, siempre habrá pobres"). Si es una verdad individual (un error amoroso, un error de cálculo) la culpa no fue nuestra sino del otro. Esa verdad solo será aplicable cuando sea obligatoria la humildad, incluída en el mismo pack. No sé si me explico.

tula dijo...

.....,chamanismo puro, experimentar por uno mismo TODO, pragmatismo...el resto es de oídas.

Fata Morgana dijo...

No hay camino más empírico que el del chamán, Tula. Se pone él mismo en el laboratorio, siendo médico y hamster a la vez.

Paseante, el gran chiste es que la verdad no necesita ser interpretada. Para la mentalidad racionalista, siempre habrá verdades opuestas: blanco-negro/ amor-odio/rico-pobre/víctima-victimario/derecha-izquierda. Es lo que le conviene al ego: que haya una verdad universal basada en la dualidad, así siempre hay de donde tirar para seguir comiendo. Lo cual justifica el famoso escepticismo ultraprogre a la hora de, por ejemplo, admitir la "posible existencia" (lo pongo entre comillas porque la idea da risa, ¿cómo puede cuestionarse algo LO QUE ES?) de las experiencias extáticas. Esa verdad, que no admite palabras, es la que no necesita ser defendida.

Besos+

P/D: léase LO QUE ES en cursiva, espero que se comprenda la diferencia. Sucede que no sé cómo editar un comentario en cursiva, así de ignorante soy...

Anónimo dijo...

.. y volvemos a lo mismo: la humildad. El mundo dual, te guste o no, es el preferido por los progres, los fachas, los iluminados, los etéreos y cualquier otra secta que en esta vida haya; incluyendo los partidarios de lo extasiante, que cada cual tiene una idea para ese concepto.
Dicho de otro modo: se puede ser rabiosamente occidental u oriental, del Sur o del Norte, y admitir (estupendo verbo, yo creo) lo que sea sin complejo de superioridad: ni ellos ni nosotros somos, en conjunto, mejores.

Fata Morgana dijo...

Pero no estamos hablando del mundo dual...

Ah, por cierto, ¿has tenido alguna vez una experiencia extática?

PRIMO ESO dijo...

"A los ignorantes los aventajan los que leen libros. A estos, los que retienen lo leído. A estos, los que comprenden lo leído. A estos, los que ponen manos a la obra."

saludos, killa

Anónimo dijo...

Nunca he tenido experiencias extáticas. El chamanismo no va con mi carácter. En mi juventud leíamos cosas de se tipo, e incluso llegué a conocer a un uruguayo que se lo tomaba muy en serio. Pero ya digo, no todas las experiencias de este mundo son para todo tipo de personas. Unos son llamados a unas cosas y otros a otras. El lema que guía mi vida es "conócete a tí mismo", y en eso estoy.

jcaguirre dijo...

El problema de la palabra y de lo que la gente llama verdades, en realidad mera opinión, es que siempre se quedan fuera... Lo que lejos de indicar que sea inútil adjudica un ámbito a la palabra: el de la interpretación/elaboración singular.

Por eso se puede indicar lo mismo con palabras que a primera vista puedan ser hasta contradictorias. Las palabras sin su conexión con la vida no son nada, y esa vida que se expresa, que nace y que muere, es lo que es la verdad y lo real.

Me viene a la cabeza Hujo Mújica cuando recuerda de la mano de Heidegger como la esencia de la palabra está siemrpe más allá de sí.

Más allá de sí... Luego la esencia de la palabra es el éxtasis. En realidad quien no entienda por que alguien como Sócrates andaba como fuera de sí antes de hablar no entiende nada. Luego nada entendemos...

Fata Morgana dijo...

Lo único que sé es que la palabra siempre llega después de la experiencia... Pero claro, también hay que ver qué se entiende por experiencia.
Gracias Carlos, Primo eso: me encantó tu cita.
Hoy estoy cansadiííisima...
Besos a los dos.

Joan dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Fata Morgana dijo...

Yo también caigo, Oto, ¿quién no? lo más difícil es ponerle a nuestro servicio ;)

Achuchón.