2.6.09

En el camino

La gente no quiere pensar. Quieren entregar el mando de sus vidas para que otros tomen las decisiones por ellos.
-Sara Northrup Hubbard.

Si no me equivoco, la New Age empezó allá por los ‘80 con aquel best seller tan famoso -La conspiración de Acuario, no me acuerdo el nombre de la autora y la verdad es que no me apetece buscarlo en Google, además nisiquiera lo leí- que significó la puesta en marcha de una nueva estrategia de mercado: la New Age. Libros, música, conferencias, cursos, viajes, dietas, y un largo etcétera orientados hacia un nuevo tipo de consumidor: el turista espiritual. Es decir, el buscador “irracional”, una alternativa al consumo de orden material.
Desde entonces todo lo que huela a “irracional” -entiéndase por irracional a todo aquello cuya existencia la ciencia ortodoxa no puede probar- se le tacha de “New Age”, si no es con un solapado desprecio, diréctamente con desprecio a bocajarro. Los defensores del paradigma determinista lo encuentran lógico, y escudándose detrás del razonamiento -muy lógico también-, de que dando el visto bueno a su antagonista el sistema se cura en salud, pues lo mismo les dá mezclar a los unicornios con Jesucristo, el ateísmo con los viejos rencores políticos, el reiki con el tantra, los ángeles con los reptilianos y a Paulo Coelho con Ken Wilber. A los deterministas “despreciadores” de todo lo que no pueda probarse -o mejor dicho, de todo lo que no han experimentado, y con ese miedo que tienen, dudo que se lo permitan-, les encanta archivar todo lo que haya de irracional bajo la etiqueta de la “New Age”. El sistema salta de contento: ¡lo hemos logrado!
Ya he hablado sobre esto en alguna ocasión. Me cuesta hallar un punto medio realmente coherente, un marco crítico serio donde pueda contemplarse la experiencia irracional sin caer en el ya transnochado determinismo de toda la vida -que para demasiada gente es y seguirá siendo la única verdad probable por los siglos de los siglos, no sé si sorprenderme de su ingenuidad o cabrearme por su ignorancia-, o en la New Age semianalfabeta de los libros de autoayuda y los detractores del ego a ultranza porque lo dijo Deepak Chopra, o porque se pegaron un viaje a la India que incluía un paquete de quince días de meditación con gurú incluído y una visita guiada al Taj Mahal.
Si yo les dijera, por ejemplo, que he aprendido más de mí misma y de la naturaleza humana en un teléfono que no puede hacerse público, y que ese trascender el infierno -el mío propio, el de los otros-, ha sido parte de un viaje iniciático, quizá mostrarían escepticismo, o diréctamente no se lo creerían; pero en ocasiones es así. Sólo decir que no creo en los renacimientos sin previa purificación -léase, si se quiere, en un sentido “religioso”, o no. O en su variante fisiológica, piénsese en una colonterapia, que poco tiene que ver con lo religioso-, y mucho menos en la New Age. Así pues, no quiero que se me encasille o que se encasille este blog en la vertiente New Age, porque nada más lejos de eso.
En realidad detesto la New Age. Aún así la comprendo y hasta la justifico, y diré por qué. Creo que la New Age representó en su momento la punta del iceberg, un mal necesario, como lo fue el movimiento hippie con su maravilloso let be sunshine allá por los ‘60. Lo que me parece pernicioso es el enquistamiento en la New Age, y la ceguera de mucha gente que por no comprender el paradigma determinista -razón por la cual no puede ni aceptarlo ni cuestionarlo-, se agarra a lo primero y más fácil que encuentra: la cultura de masas. Porque la New Age también se ha masificado, y ahora resulta que cualquiera dá un curso de chamanismo o se monta un chiringuito en un piso reformado o una finca rural, a los fines de sacarle buena pasta para un retiro... de lo que sea.
Desde luego, la red es un hervidero de anuncios, promociones, venta indiscriminada de todo tipo de soluciones mágicas y psicotrópicas, nuevas religiones, y blogs de copia-y-pega donde los unicornios navegan con las hadas, la dianética se aparea con el grupo Elron y Neo se convierte en un héroe de masas. La mente es un organismo masturbable, y la gran paradoja de todo este montaje new age, es que acaba dando la razón a sus detractores, que siempre se basan en argumentos perfectamente lógicos y por tanto probados. De ahí, creo, que nunca pueda probarse la existencia de Dios, y haya tan pocos que le dén vuelta a la tortilla y digan que tampoco ha podido probarse su inexistencia.
En fin. Por eso ansío encontrar el punto medio coherente, la integración mente-corazón que me/nos permita dar el gran salto hacia un ser humano noosférico, físicamente sano, intelectualmente agudo, espiritualmente luminoso -y por qué no, numinoso-, y tecnológicamente desarrollado (que eso, en parte, lo tenemos).
¿Pido demasiado? Yo espero que estemos en camino.

8 comentarios:

Relámpago sobre el agua dijo...

Decir muy interesante
suena a
perogrullada
.
.
.
Necesario.
.
.
(una obviedad.)
Sigue.

Yo que entré pensando encontrar
a Kerouac.
.
.
K & H

RSA

Raticulina dijo...

Tú, desde luego, sí estás en camino.

Que te acompañe un beso.

Fata Morgana dijo...

RSA, nunca he podido tragarme la "gran" novela americana de Kerouac, sorry... Y juro que lo intenté (pero se ha quedado en mi biblio y cada vez que la veo, pienso: ¿por qué yo no pude?). De todas maneras, si pusiera algo sobre él sería de seguro en el Kosmonauta.
Me alegro que te interesen estos temas.

Rati: sí, lo estoy. Pero como todo el mundo, una empieza un poco a ciegas. El peligro está en seguir a ciegas el resto del camino.

Besos a los dos :D

Analía unblog dijo...

Sí, se ve mucho eso de cobrar por los cursitos, gente que no ha leído nada y que apenas sabe escribir, ni qué hablar de las experiencias copiadas de manual... hay quien tiene un morro que se lo pisa. Y la verdad es que para tener criterio necesitas un mínimo de formación, por mucho que les pese. Está bien que alguien lo saque a la luz, tanto calendario Maya y tanto chirimbolo extraterrestre que al final ni saben de que hablan...............
Besos, Fata/Hipatia.

tula dijo...

realmente... ¿dudas de si estás en el camino?.."El conocimiento silencioso" tiene un montón de respuestas del ¿porqué a mi me tocó el espíritu?.
Personalmente pienso que unas cosas llevan a otras y estar en el camino sucede cuando uno está atento a las señales y llamadas del espíritu, nos sucede a todos a lo largo de la vida ..,pero normalmente es un engorro comprometerse con la vida y transformarla...

Kosmonauta del azulejo dijo...

Tula: ¿qué te hace pensar que dudo estar "on the road"?
Hoy mi tutora me lo dejó clarísimo: esto es bajar la espiritualidad a tierra. Necesitamos aprender las estrategias para seguir en el camino mientras escribimos un e-mail o hacemos nuestro trabajo en el Tonal. No somos monjes tibetanos meditando 16 horas al día. Por eso me dan risa los que se rasgan las vestiduras en su lucha "contra el ego", ya que no se trata de eliminarlo, sino de someterlo a las necesidades de la conciencia.

Ana, guapa. La New Age empieza a caer por su propio peso, afortunadamente.
Besos a ambos2.

tula dijo...

personalmente pienso que se puede hablar de la new age como de algo que sucedió, como el mayo del 68, o la gripe de los poyos .. un fenómeno de cambio,... y algo siempre queda en el impulso.
en este momento los humanos estamos en una encrucijada....,pero la decisión es personal.
nunca me interesó la new age quizás porque cuando sucedió ya estaba en otro lugar...
ahora por ejemplo existe la new new age, que es como ice age 3 pero sin Scrach....no tiene gracia.
con afecto.
pd/ ¿has leido "gaseosa de acido eléctrico"?...es más divertida que: "en el camino"

Fata Morgana dijo...

Yo también estaba en otra parte. Con los pieles rojas ;D

p/d. Pues no la leí, fíjate. Seguro que Tom Wolfe mola +, éste Keourac me aburre soberanamente. Bourroghs, en cambio, me encanta.
Besos