27.2.10

El desierto



El desierto infinito,
las montañas altas y afiladas
araron mis deseos...

En las paredes de mi habitación asolada
se transparentan los espacios de mi desierto interior.

Como una bailarina enloquecida y descalza
hago crecer en el calvero
la fruta salvaje
del espíritu.


Traducción: Carlos Morales

6 comentarios:

tula dijo...

... muy muy bueno....me ha alcanzado.
un beso.

Fata Morgana dijo...

A mí también me ha alcanzado, por eso lo puse. Otro beso.

tula dijo...

Esta foto tiene más cancha, vamos, que hay más de lo que se ve.

Fata Morgana dijo...

Pues es el Sinaí, fíjate.

Anónimo dijo...

Gracias por tus enlaces, tus fotos, tus entradas, tus todos. Hermoso poema.
Un gran abrazo desde Tandil.
YOUMA

El Toro de Barro editorial dijo...

Querida Roxana:
Hoy, por fin, he podido abrir la habitación que has dejado para Margalit, y quiero decirte que has elegido una joya entre las joyas que han salido de su mano. Si hubiera que elegir diez poemas de ellas, este estaría entre los más sabios. Tu gesto me compensa de muchas, de muchísimas cosas, y me hace recordar algunos momentos que tenía suspendidos en el aire, tal vez en los únicos en que pude sentir que ser hombre merecía realmente la pena.
Te beso mucho.