17.8.08

A propósito de un e-mail

Esta mañana recibí un e-mail muy curioso de una amiga preocupada por, según sus propias palabras, “mi bienestar actual”. Al parecer ha estado leyendo Fata Morgana y ha llegado a la conclusión de que mi estado mental está en peligro (y eso que todavía no leyó mi viaje con Jurema, que está ya en desarrollo y será publicado más adelante). Me ha reprochado, inclusive, haber dejado El kosmonauta del azulejo para mudarme aquí. No entiende que hay etapas que se queman y terminan. “Tén cuidado con las sectas”, me dice; “mira que esta gente se aprovecha de la gente vulnerable como tú; hoy día hay mucho timador, ya me entiendes”.
Cómo si yo no lo supiera…
Conozco a esta persona y sé que es buena mujer. Inclusive le agradezco que se preocupe, ya que en las mismas circunstancias habrá quien lo piense y no lo exprese -sea por escepticismo, sea por desidia, sea por lo que sea- pero ella se ha atrevido, lo cual me mueve a reflexión. Y no sé qué pensareis vosotros, pero que alguien mueva a reflexión en estos tiempos ya es cosa a tomar en cuenta.
Sólo decirte, amiga mía, que mi intención no es entrar en polémica contigo sino contar mis experiencias, en un intento de hacer un ejercicio de sinceridad que me ponga en contacto primero conmigo misma, y luego con vosotros. Sé que eras sincera en tu e-mail, y lo valoro, pero también debo decirte que te equivocas. Ni estoy en una secta ni mi estado mental está en peligro. Si he de decirte la verdad, nunca estuve más cerca de la cordura que ahora; y lo único que espero es que me dure.
Antes, cuando estaba loca, yo no vivía en la Tierra sino en otro lugar. Estaba desconectada de mí. Quizá lo que vaya a decirte te parezca tonto, pero ahora, cuando voy por la calle, miro el cielo y me siento. No tengo ninguna prisa, pase lo que pase, ya que lo que tenga que pasar, pasará. Y si no, también. No hay ningún romanticismo en ello, sino puro pragmatismo.
Nos empeñamos en retorcer la naturaleza a nuestro antojo, como si nos perteneciera, como si no tuviera voluntad y conciencia propias. La tratamos como tratamos al poliestireno expandido y a los circuitos integrados, y lo que es peor, proyectamos esa dinámica a todos los seres de la naturaleza, empezando por nosotros mismos. Hacemos usufructo de la naturaleza de la misma manera en que hacemos usufructo del ser humano. Esto es algo que tú sabes tan bien como yo. Te digo más: es algo que sabemos todos, y sabemos que no está bien. ¿Por qué, pues, seguimos haciéndolo?¿No será que lo sabemos pero no lo sentimos, y aún así nos encanta hablar sobre ello, aunque después las cosas sigan tal cual?
Saber y sentir deberían ser la misma cosa. Esto es lo que hemos olvidado.
Entonces, cuando alguien decide inventigar-se, surjen las suspicacias. Y la suspicacia tiene su residencia fija en la razón. Por eso El kosmonauta del azulejo te gustaba más (que lo aprecio, créeme, porque a mí también me gusta), y por eso piensas que he perdido la razón. Quizá no te equivoques: un loco es alguien que está más cerca de la razón de lo que creemos. De hecho, la razón nos desconecta de la naturaleza. La razón interpreta la naturaleza, impidiendo que ésta nos llegue tal cual es, e impidiendo que tú te veas tal cuál eres. Sin tu decodificador mental. Es decir, sin tu software, el mismo que piensa que por tomar ayahuasca o jurema o decir "¡ahó!" en lugar de "amén" puedo estar metida, por ejemplo, en una secta.
Te equivocas. Veo que confundes medios con fines, y que quizá necesites formatear tu software. Piénsatelo.
Un beso.

11 comentarios:

Jordi dijo...

Formateame, formateame, formateate...

VEo que la cordura, la libertad, la sensibilidad se confunde con sectas.

Hagamos una secta, NOOOOOOOOOO!!!! por dios no sectoricemos no mas sectas ya hay suficiente.

Que la libertad, el amor y la cordura la Luz llega y cura.

Que la luz llegue a fatamorgana es genial es lo que es. Por eso hechamos la oscuridad para ser libres en un mundo de sofware malisimo. Mucho Windows colgado.

Hay que cambiar el software hay que formatear.

Foramteame formateame formateate...

Un abrazo

Jordi

Fata Morgana dijo...

Mucho windows infectado, pero hay que vivir en él. Ahora entiendo por qué tienes un Apple ;)

Un abrazo

Fata Morgana dijo...

En el mundo del windows infectado, quiero decir.

Analía unblog dijo...

Querida Rox, evidentemente esa amiga que tenés te conoce muy poco...
Vos seguí adelante en este precioso camino que al parecer encontraste (si es que el camino no te encontró a vos) y contagianos con tu fe.
Un besazoooooooooooooo!!!!

Fata Morgana dijo...

Nos contagiamos mutuamente, Ana. Otro besazo.

Anónimo dijo...

Como suelo decir yo: "No hay mayor locura que vivir 'cuerdos' en este mundo." Ahó!

Abrazos. ¡Hasta pronto!

Kyboy dijo...

Si esta es una secta o no ya lo irás descubriendo tú misma. De todos modos el verdadero camino del autoconocimiento se recorre en soledad y es increiblemente difícil y doloroso; por algo juan de la Cruz lo llamó: "la noche oscura del alma".

No es la razón la que nos desconecta de la naturaleza ni la que impide que esta nos llegue tal cual es ni la que impide tampoco que tú te veas tal cuál eres. Es la ausencia de una conciencia transracional la que obliga a la razón a tratar de comprender cosas que estan por fuera de su alcance. Estoy seguro de que tu razón está ahora mucho más aguda y crítica.

Fata Morgana dijo...

Razón-espíritu... ¡conciencia transrracional! Si no lo malinterpreto, ése era el tercer elemento que me faltaba. Es la conexión. Así actúa la Ayahuasca, me parece, estableciendo la conexión perdida.

Sabes que estoy más crítica ;) pero primero debo pasar por la fase del relato ingenuo, tal como fue.

Fata Morgana dijo...

En cuanto a que el conocimiento se consigue por la senda de la soledad y en sufrimiento...

mmmmmmmm...

Yo no soy Santa Juana de la Cruz ni aspiro a serlo, no creo que la felicidad esté reñida con el camino del autoconocimiento, ni creo que se alcance en soledad sino en comunidad. Al menos yo, prefiero estar con gente que sin.

No veo por qué tenga que estar sola, o sufrir para alcanzar el camino(por ahí ya pasé, y sí que fue un camino iniciático, pero también casi me mata), ya que al fin y al cabo ¿de qué te sirve lo que sabes si no hay con quien compartirlo?

Definitivamente, elijo la felicidad.

Kyboy dijo...

Me alegra que tengas nuevos amigos.

Fata Morgana dijo...

Lo importante de la amistad es que podamos aceptarnos tal y como somos con nuestras diferencias. Me fío más de la amistad marcada por la diferencia que por la similitud. Siempre y cuando la diferencia aporte, claro.
Supongo que eso me ayuda a no confundirme, y pone en movimiento el ejercicio del respeto, algo a lo que no estoy muy acostumbrada
;)